Si dispones de una persiana metálica y no sabes que cerradura le podrá ir mejor, aquí te informamos de todo. Todos queremos la máxima seguridad y para ello tenemos que conocer las opciones posibles.
Las cerraduras son los candados que utilizamos para que la persiana no se eleve y no puedan entrar a nuestro local o propiedad. Es una pieza muy importante para evitar un posible robo.
Tipos de cerraduras
Existen varios tipos de cerrojos para nuestras persianas metálicas. A continuación, te mostramos cuáles son:
- Cerraduras laterales. Las cerraduras laterales están compuestas de dos piezas, la de la parte izquierda y la de la parte derecha. Estas se colocan al final de la persiana y presentas un pestillo que se acciona al girar la llave. La llave es la misma para ambas cerraduras. Los materiales que se utilizan para la fabricación de ellas son muy resistentes. Pueden resistir ataques con taladros o incluso una radial.
- Cerradura central con barra. En este caso, la cerradura se encuentra en la parte central inferior de la persiana metálica. El funcionamiento es muy sencillo y es que solo con el giro de la llave, se mueve el pestillo a ambos lados produciendo así el bloqueo de la persiana. La resistencia es menor que en el caso de las cerraduras laterales, por lo que no aporta la misma seguridad.
- Cerradura de suelo. Este tipo de cerraduras se introducen en el suelo para impedir que la persiana suba. Suele servir de refuerzo para otras cerraduras. Está compuesta de dos partes: el cepo y el vaso. El cepo es el que se sitúa en la parte central e inferior de la persiana. En cuanto al vaso, se sitúa en el suelo con un material que permita su agarre. Cuando hacemos funcionar la cerradura, el cepo debe de introducirse en el vaso.
Está claro que, si utilizamos una combinación de las cerraduras disponibles, obtendremos una mayor seguridad. Como por ejemplo la utilización de cerraduras laterales junto a una cerradura de suelo.
Y tú, ¿qué opinas al respecto? ¿Piensas que estos tipos de cerraduras podrían resultarte útiles?
